Dos autobuses con cuarenta personas cada uno, y que se disponían a ingresar a territorio de la provincia de Darién fueron devueltos a su punto de origen por las autoridades locales.
Los autobuses procedían de la provincia de Panamá con destino a varios pueblos del territorio darienita.
Luego de requerir los permisos, las autoridades locales se percataron de que las personas no tenían la documentación necesaria y decidieron impedir el ingreso de los autobuses a la provincia, a pesar de que alegaban que se dirigían a visitar a sus familiares en esta región del país.
Las ochenta personas tuvieron que regresar a Panamá, porque no contaban con los respectivos salvoconductos de movilización que por razones humanitarias otorga el Ministerio de Salud (MINSA) para estos casos.