En las entradas de los cementerios debe existir información, afiches y mensajes claros sobre como prevenir los contagios por la COVID-19, al igual reiterar las medidas de bioseguridad básicas como el lavado de manos, el distanciamiento físico de dos metros y el uso obligatorio de mascarilla.
Cuando los asistentes lleguen e ingresen a los cementerios, el personal a cargo debe verificar la temperatura y monitorear que se respete el distanciamiento de al menos 2 metros.
Se recomienda que el tiempo de permanencia dentro de estas áreas no sea mayor a 30 minutos y que los adultos mayores de 60 años, embarazadas y menores de edad no asistan a los cementerios, en caso de concurrir seguir las medidas sanitarias y se recomienda además usar una pantalla de protección facial, adicional a la mascarilla.
A los administradores de los cementerios se les recomienda determinar y monitorear el número de asistentes a una tumba, nicho o cripta por turno, dependiendo de las características de cada área a fin de evitar aglomeraciones.
Se insta a la población a que adelante sus visitas a los cementerios, al tiempo que se prohíbe la presencia de vendedores ambulantes y el consumo de alimentos y bebidas dentro de los campo santos públicos y privados. Hay que evitar compartir artículos como fósforos, velas y otros artículos.
El MINSA recalca que tanto los administradores de cementerios públicos como privados deben manejar toda la información oficial en torno a los lineamientos de los campo santos, los cuales deben incluir mecanismos de monitoreo y control de las medidas recomendadas por la entidad rectora en materia de salud.
Estos lineamientos deben también incluir protocolos para los empleados y trabajadores de los cementerios, que incluyen además el manejo adecuado de los desechos ahora que el país se encuentra enfrentando esta crisis sanitaria.
Estos lineamientos, sugiere el MINSA, se mantengan constantemente y no solo para fechas específicas como el 2 de noviembre.